La afición le viene desde niña. Confiesa que cuando veía las películas Disney cantaba y actuaba como sus protagonistas. A los 12 años, su padre le regaló una guitarra y, desde entonces, se convirtió en su compañera de reflexiones en la intimidad de la habitación y en el recurso infalible de todas las fiestas: «Venga, canta un poco, Manuela».
Así comienza la entrevista publicada en el diario Sur de Málaga por Javier Budi en Diciembre de 2018.