Subo Bajo
A veces percibes también al productor. A veces lo imaginas escuchando con atención el espíritu de la música y lo visualizas tejiendo sutilezas alrededor del aire para cuidar a esas recién nacidas. A veces artista y productor protegen ese valor con respeto, confianza y buen gusto.
A veces pasa. De vez en cuando un diamante entre tanto cristal roto. De vez en cuando pasa… De vez en cuando…
Gracias Manuela; y gracias a todos los que trabajaron con ella para que pudiera entregarnos estas canciones.»
Ricardo Dávila
Escritor, músico, actor y director de cine.
Mis Canciones
Buen momento pa’ mirarme
y enfrentarme cara a cara
con mis cosas.
Sola yo, trago humo.
Enfadada me hago un nudo
y para sentirme aún peor,
enfado al mundo.
Subo, bajo.
Qué más da si yo no sé abarcarlo todo.
Qué más da si yo me busco un problema tras otro.
Voy sintiendo lo que soy.
A veces no me equivoco,
y otras no me sale bien,
porque no soy perfecta.
Otra vez soy pequeña.
Ando y pierdo el equilibrio,
me confundo de camino
y mi voz tiembla.
Hoy soy yo la que no pesa.
La muñeca de ojos tristes
que ha apagado su mirada
y que va a tientas.
Subo, bajo.
Qué más da si yo no sé abarcarlo todo.
Qué más da si yo me busco un problema tras otro.
Voy sintiendo lo que soy.
A veces no me equivoco,
y otras no me sale bien,
porque no soy perfecta.
mi voz no hace eco.
Vivo en una cueva
donde a veces paso miedo.
Tal vez si me duermo
mañana despierte cantando.
Pataleo descalza,
a veces hago ruido.
Me canso, tomo aliento
y respiro a mi ritmo.
Tal vez si me acuesto
mañana despierte cantando.
Caracol cambia su muda
con mis cosas y recuerdos.
Tambalea mi balanza,
soy un péndulo sin peso.
Yo ya no soy yo.
Intento mantenerme
en mi barco de papel,
todo afuera está cambiando
y yo no me dejo ver.
Dame un susto, tengo hipo
voy a beber al revés,
jugando con mi equilibrio
gano dos de cada tres.
No estoy sola, estoy conmigo,
salto trampas de ratón.
La tormenta es pasajera
y los palos de cartón.
Pendiente, intermitente,
palabras en el cajón,
telarañas en mis dedos
se me enreda el corazón.
Salgo a la calle,
me pongo mi mochila,
voy arrastrando los pies
tarareándole a la vida.
Tal vez si subo la cuesta
la baje cantando.
Trepo atropellada,
agujetas me sujetan,
hoy me nubla mi reflejo,
bailo el agua a la marea.
Y tal vez si el sol me seca
amanezca cantando.
Dame lentes para ver,
hoy me muevo sin querer,
en la taza del tiovivo
gira el mundo a mis pies,
corto el viento con mi voz.
Intento mantenerme
en mi barco de papel,
todo afuera esta cambiando
y yo no me dejo ver.
Dame un susto, tengo hipo
voy a beber al revés,
jugando con mi equilibrio
gano dos de cada tres.
Que no estoy sola, estoy conmigo,
salto trampas de ratón.
La tormenta es pasajera
y los palos de cartón.
Pendiente, intermitente,
palabras en el cajón,
telarañas en mis dedos
se me enreda el corazón.
dame cuerda, que no puedo.
Me tropiezo en una nota
y bailo al son de mi silencio.
Nado en nada, punto muerto,
vete tú que yo me quedo.
Siento que me da un mareo
y me escondo en mi sombrero.
Balanceo, balanceo,
balanceo, balanceo.
Hoy despierto haciendo ruido,
taconeo el pie derecho,
que me escuchen los vecinos,
grito: ¡Paso! al mundo entero.
Hoy me subo en mis dos ruedas,
voy al ritmo que yo quiero,
hay un músico tocando
que me alegra mi paseo.
Balanceo, balanceo,
balanceo, balanceo.
No me agarres, soy de humo,
en el espejo no me veo.
Me resbalo dando un paso,
y voy atrás como un cangrejo.
Toma cancha, sal primero,
este partido no lo juego.
Hoy mi traje es color negro
y mi falda no tiene vuelo.
Balanceo, balanceo,
balanceo, balanceo.
Me he vestido de colores,
llevo flores en el pelo,
soy el hada de mi cuento,
cumplo con todos mis sueños.
Hoy ha llegado el invierno
y no necesito abrigo,
acelero el pedaleo,
que la suerte va conmigo.
Balanceo, balanceo,
balanceo, balanceo.
volaron nuestras plumas.
Ya no habrá gotitas en el espejo
ni dos toallas húmedas.
Rompieron las olas en mi piel,
borraron de la arena nuestros pies,
se ahogaron las palabras.
Sosiego, busco sosiego,
una cama de algodón y horas de sueño.
Silencio, busco silencio,
mi corazón congelado está durmiendo,
escondido sin sentido, sin saber,
arrugado contra la pared,
ahogando las palabras.
Si tiras de la cuerda no me ves.
Si caminas sobre el miedo no me ves.
Si la rabia está en tus ojos no me ves.
Si la luz no entra en tu pecho no me ves.
No me ves, no me ves, no me ves, no me ves.
Refugio con forma de teatro.
Vuela alto, pájaro en el escenario.
Grito: «¡Fuego! ¡Que me quemo! ¡Que me abraso!»
El calor secó el dolor entre mis brazos,
ardieron las llamas en mi piel,
se borraron con el humo nuestros pies.
Se ahogaron las palabras.
Si tiras de la cuerda no me ves.
Si caminas sobre el miedo no me ves.
Si la rabia está en tus ojos no me ves.
Si la luz no entra en tu pecho no me ves.
No me ves, no me ves, no me ves, no me ves.
y hay ruido de tormenta,
se escuchan sus latidos,
Zac viene con fuerza.
Susurros le acompasan,
le iluminan las estrellas,
después de nueve lunas
nueve días llegan.
Nace el relojito
y el tiempo se acelera,
abrazando a su padre
piel con piel despierta.
Su madre aparece
impaciente por la espera,
temblando de frío
asoma por la puerta.
¿Dónde está mi hijo?
Quiero oler su cuerpo,
mirarle la carita,
acunarle con mi pecho,
cogerle de la mano,
calentarme con su peso,
escucharle sus ruiditos,
despertarle con mi besos.
Cuna acristalada,
ventana a tus bostezos.
Abre los ojitos
y cuéntanos tus sueños.
Tus padres te han soñado,
su amor pintó tu cuerpo,
la vida que dibujan
vendrá con mucho esfuerzo.
Y si quieres yo te cuento
que las cosas van saliendo,
y por más que tengas prisa
se cocina a fuego lento.
¿Dónde está mi hijo?
Quiero oler su cuerpo,
mirarle la carita,
acunarle con mi pecho,
cogerle de la mano,
calentarme con su peso,
escucharle sus ruiditos,
despertarle con mi besos.
Valiente Zac, valiente Zac.
Valiente mamá, valiente papá.
Fluye por mi cuerpo, estudia el universo
de astros en mi piel.
Luz con luz,
yo no puedo iluminarte.
Seré espejo y te reflejo
en mis pupilas bailarinas
para devolverte tu luz.
Tambor de mi alegría,
borrador de mi tristeza,
paracaídas de mis miedos,
mi cura de rabia,
despertador de emoción.
Eres mi ilusión, eres mi verdad,
eres la caricia que más quiero dar.
Eres mi pasión, caballito de paz,
eres mi dulzura, eres mi mitad.
Eres mi bombón, mi mejor sabor,
eres el causante de mi buen humor.
Mi perdición, mi motor de amor,
eres el latido de mi corazón.
Rompe mis teorías,
háblame de hombres buenos,
de un alexitímico vasco que no baila, dice,
y que me hace reír.
Mi remedio sin remedio,
abrázate a mi vida,
escribamos la historia más bonita gota a gota,
empapándonos sin prisa.
Quiero viajar contigo,
subirme a tus montañas,
que me lleves en tu coche
y ser imprescindible
en tu maleta marrón.
Eres mi ilusión, eres mi verdad,
eres la caricia que más quiero dar.
Eres mi pasión, caballito de paz,
eres mi dulzura, eres mi mitad.
Eres mi bombón, mi mejor sabor,
eres el causante de mi buen humor.
Mi perdición, mi motor de amor,
eres el latido de mi corazón.
ocupar tus espacios.
Déjame abrirte la mía,
aunque sea despacio.
Déjame un hueco en tu cama,
cogerte la mano.
Déjame estar a tu lado,
sintiendo tu abrazo.
Y si no tenemos tiempo
y buscamos cosas distintas.
Y si el tiempo vuela
y se pasa, nos pasa la vida.
Déjame aunque sea sólo un instante
de cosas bonitas.
Bailemos sin miedo.
Bailemos con ilusión.
Bailemos la noche.
Bailemos el corazón.
Calma mi cuerpo,
que tiembla si tú estas delante.
Bésame tanto que roce
las ganas de amarte.
Cuéntame un cuento contento
que nunca se acabe.
Deja que surja un secreto
que nadie más sabe.
Y si no tenemos tiempo
y buscamos cosas distintas.
Y si el tiempo vuela
y se pasa, nos pasa la vida.
Déjame aunque sea sólo un instante
de cosas bonitas.
Bailemos sin miedo.
Bailemos con ilusión.
Bailemos la noche.
Bailemos el corazón.
para volverlo a desarmar.
Dibujaré hoy un camino
para volverme a tropezar.
Pasaré el día dando vueltas
escuchando mi latir.
Y si al final no tengo ganas
me echaré el día a dormir.
Me he acercado a la distancia
para ver si así puedo ver
las verdades que no alcanzan
mis enredos a entender.
Voy a regar la hoja que se secó.
Olvidé echarle agua y se volvió marrón.
Respiró su luz y volvió el color,
verde como el agua, verde limón.
Me tambaleo hecha un nudo,
como un muñeco de boxeo
al que azotas con un puño
y vuelve rápido a su centro.
No he podido evitar la ola,
me ha pasado por encima,
me arrolló y me ha dejado sola,
revolcándome en la orilla.
No la he buscado, no la vi venir,
era tan fuerte y yo tan pequeña,
ahora siento escozor en mi piel
como agujas de sal y arena.
Voy a regar la hoja que se secó.
Olvidé echarle agua y se volvió marrón.
Respiró su luz y volvió el color,
verde como el agua, verde limón.
Voy a regar la hoja que se secó.
Olvidé echarle agua y se volvió marrón.
Respiró su luz y volvió el color,
verde como el agua, verde como el agua,
verde como el agua, verde limón.
mirar de reojo, escuchar sin ser vista.
La niña jugaba con fuego y sabía
que tarde o temprano, ay, se quemaría.
Jugaba de noche y soñaba de día.
apostando al caballo que no ganaría.
Cantaba de noche y callaba de día,
haciendo siempre lo que no debía.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
La niña tenía tinta en las mejillas,
lágrimas negras que no sentía.
La niña veía una puerta y la abría,
se pillaba los dedos y le daba la risa.
Jugaba de noche y soñaba de día,
apostando al caballo que no ganaría.
Cantaba de noche y callaba de día,
haciendo siempre lo que no debía.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
Y salió a la lluvia y se mojó el pelo.
y disfrazo de sentido la derrota,
como un gato que ha caído de su sombra
y se encuentra en el reflejo de una gota.
Ya no busco, sólo encuentro mi verdad.
Las salidas son las puertas para entrar,
los caminos al vacío sólo asustan al llegar,
pero surge un soplo bueno, un nuevo azar,
pero surge un soplo bueno, un nuevo azar.
El papel mojado no sirve pa’ pintar,
y si escribo a lápiz se puede borrar.
Si disparo una palabra
es de sal y se pierde en el mar,
mi ilusión es un guión sin terminar,
mi ilusión es un guión sin terminar.
Cambio mi destino y piso fuerte,
la marea cambia cuando me conviene.
Salto la barrera sin volverme,
lloro en mi antifaz para no verme.
Yo ya no busco, sólo encuentro mi verdad.
Las salidas son las puertas para entrar,
los caminos al vacío sólo asustan al llegar,
pero surge un soplo bueno, un nuevo azar,
pero surge un soplo bueno, un nuevo azar.
El papel mojado no sirve pa’ pintar,
y si escribo a lápiz se puede borrar.
Si disparo una palabra
es de sal y se pierde en el mar,
mi ilusión es un guión sin terminar,
mi ilusión es un guión sin terminar.
tiñe de rojo a su paso,
sangre que juega con fuego.
enciende el instinto callado.
Sombra que acecha en silencio
tras muros envenenados,
se oculta y recorre despacio
las huellas de sueños quebrados.
Ya no hay lugar para un destino diferente.
La esperanza se ha rendido ante el más fuerte,
saltando inevitablemente
a un vacío en espiral hacia la muerte.
Vinagre en las heridas,
escuece la savia del árbol.
Por sus venas se escapa la vida,
ríos de locos atados.
Tiembla la rama desnuda,
el miedo la enreda en su manto,
desprende la fruta prohibida
en bosques de ojos cerrados.
Ya no hay lugar para un destino diferente.
La esperanza se ha rendido ante el más fuerte,
saltando inevitablemente
a un vacío en espiral hacia la muerte.
Sobre el disco
- Letras y música, voz y guitarra: Manuela Vellés
- Producción: Manuela Vellés
- Grabado en Barcelona La Atlántida Estudio Mario Patiño
- Músicos que han grabado:
- Edgar Beltri: batería, percusiones, guitarra eléctrica, guitarra acústica
- Oscar D. Cuestas: teclado
- Mario Patiño: bajo
- Jesús Campos: cajón flamenco, percusiones
- Alex Calandria (La Jauría): guitarra rumbera en “La Niña Mala”
- Ilustraciones: Ricard López (@Ricardilus)
- Lettering: Néstor Santana Gómez
- Diseño gráfico y maquetación: ZAC diseño gráfico