Manuela Vellés (Madrid, 1987) es de tamaño discreto, facciones perfectas y un encanto contundente fruto de su personalidad serena que atribuye a estar en los 30, “mejor que cuando era más joven, siempre con el susto encima”, asegura divertida. Si además caes en sus ojos claros, más azules que verdes, su cabello color miel y su pálida tez, tiene un encanto inagotable porque posee una sensualidad innata, habla pausada y calibrada y mira con cierto recato y parando balas. Todo el conjunto nos gusta mucho…
Así comienza el artículo publicado en la revista Esquire por Ana Montes en Febrero de 2018.